La danza y la expresión corporal formaron parte de mi desde muy pronto: ballet clásico, gimnasia rítmica, danza contemporánea.

Desde siempre me gustó la belleza en todas sus formas de expresión.

Realicé mi primera formación de Hatha yoga en 2010, después de una gran crisis vital en la que todo dejó de tener sentido y mi cuerpo, literalmente, se paró.

Gracias a la terapia Bioenergética inicié un proceso de profundo trabajo personal, de sanación y de posterior apertura en todos los aspectos. El proceso terapéutico derivó en un camino más espiritual y de reconexión con lo divino, que por educación me había sido negado.

He practicado y experimentado con distintas técnicas y disciplinas: 5 Ritmos, Feldenkrais, Chi Kung, Cábala, danza Butoh, meditación Tandava…

En la dificultad de quedarme con un sólo método o práctica, está también parte de mi riqueza. Mi naturaleza me lleva a seguir explorando, a continuar probando y aprendiendo.

Sin embargo, todas las técnicas y disciplinas me conducen al mismo lugar: el cuerpo como forma de exploración y autoconocimiento. El cuerpo, lugar donde encontrar el ancla, el centro, la esencia. El cuerpo como conexión con lo divino y sutil.

Soy Rosa Mendoza, exploradora corporal. Captadora de esencias.


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